Un joven que fue alcanzado por un disparo de extremistas islámicos relató que logró sobrevivir tras pasar varios días sangrando en la selva de Nigeria.
Daniel, de 22 años, fue atacado en octubre de 2022 por pastores radicales somalíes mientras se dirigía a su horno de carbón. El joven cristiano pasó una noche en el bosque, donde perdió mucha sangre, antes de ser encontrado días después del ataque. La bala le atravesó el pecho y estuvo a punto de alcanzar su corazón. El chico fue trasladado de urgencia a un hospital local, donde se le realizó una cirugía que le salvó la vida.
“Me estaba muriendo después de que unos pastores musulmanes me dispararan y pasé tres días recibiendo tratamiento médico. Podía oler la muerte y le pedí al Señor que descansara del dolor”, dijo a International Christian Concern (ICC).
“Me dio otra oportunidad y soy testimonio vivo de que el dolor físico no siempre puede llevar a la muerte cuando Dios dice lo contrario. Aunque todavía no me he recuperado del todo, estoy mejorando cada día”, añadió.
Daniel, un agricultor que trabajaba para mantener a su familia, fue víctima de un ataque que le dejó una herida de bala mientras operaba sus hornos de carbón. Durante su recuperación, la organización ICC le proporcionó suministros para él y su familia.
El joven decidió no regresar a su negocio de carbón, sino que utilizó los recursos que recibió para comprar medicamentos y ganado, y construir una pequeña casa. Su rebaño ha crecido, ya que recientemente las cabras y vacas han parido.
Además, Daniel comentó que ICC ha fortalecido su fe, ya que el equipo visitó a su familia varias veces, brindándoles ayuda y oración. A pesar de vivir en una zona remota, su familia ha mejorado su situación y ahora pueden obtener ingresos mediante la venta de leche.
Nigeria se ha convertido en el país más peligroso para los cristianos, superando incluso a Corea del Norte, según el último informe de Global Christian Relief sobre la persecución a cristianos en todo el mundo. En su “Lista Roja 2025”, la organización documenta incidentes de asesinatos, detenciones, desplazamientos forzados y ataques a propiedades.
En los últimos dos años, se han registrado casi 10,000 asesinatos de cristianos en Nigeria, principalmente a manos de grupos terroristas como Boko Haram y afiliados al Estado Islámico. Aunque los ataques históricamente se han centrado en el norte musulmán del país, también se han extendido hacia el sur, que es predominantemente cristiano.
Los informes indican que Boko Haram y la Provincia de África Occidental del Estado Islámico atacan intencionadamente a los cristianos, utilizando tácticas que desestabilizan familias y comunidades.
Además, las presiones ambientales han llevado a los pastores fulani a moverse hacia el sur, lo que ha generado conflictos con los agricultores cristianos, intensificando la violencia étnica y religiosa en las regiones cristianas.